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sábado, 19 de septiembre de 2015

De escritores desinspirados y ladrones de palabras

¨Un día cogí un libro. Lo abrí… Cada renglón poseía vida propia. He ahí, por fin, un hombre que no se asusta de los sentimientos. El humor y el dolor se entremezclan con soberbia sencillez. Comenzar a leer aquel libro fue para mi un milagro tan fenomenal, como imprevisto”. (Charles Bukowski).

Charles Bukowski, consideró ¨Preguntale al polvo¨de John Fante, una de las mejores obras que había leído jamás y confesó la enorme influencia que esta novela tuvo en su obra. Llegó a escribir el prólogo para una edición posterior. Ambos escritores fueron representantes del realismo sucio, movimiento literario estadounidense desarrollado sobre todo en los años 1970 que pretende reducir la narración (especialmente el relato corto) a sus elementos fundamentales.


¨Sí, Fante tuvo sobre mí un efecto poderoso. Poco después de leer los libros que he citado conviví con una mujer. Estaba más alcoholizada que yo, sosteníamos peleas violentas y a menudo le gritaba: “¡No me llames hijo de puta! ¡Yo soy Bandini, Arturo Bandini!”. 
¨Fante fue para mí como un dios, pero yo sabía que a los dioses hay que dejarles en paz, que no hay que llamar a su puerta. Sin embargo, me ponía a hacer conjeturas sobre el punto exacto de Angel’s Flight en que al parecer había vivido y hasta pensaba que a lo mejor seguía viviendo allí. Casi todos los días pasaba por el lugar y me preguntaba: ¿será ésa la ventana por la que se deslizaba Camila? ¿Es ésa la puerta de la pensión? ¿Es ése el vestíbulo? No lo he sabido nunca
Al final, gracias a otras vicisitudes, he conocido al novelista este mismo año. Queda mucho por decir de la vida de John Fante. Una vida con una suerte extraordinaria, con un destino horrible y llena de una valentía tan natural como insólita. Es posible que se cuente algún día, aunque creo que a él no le gustaría que yo la contase aquí. Permítaseme decir, sin embargo, que en su forma de escribir y en su forma de vivir se dan las mismas constantes: fuerza, bondad y comprensión.
Es todo. A partir de este momento, el libro pertenece al lector.
Charles Bukowski - 5 de junio de 1979
(Fragmento del prólogo)

¨Un individuo llamado Bandini, Arturo Bandini, yo. Epoca difícil y de resolución. Es el término exacto, resolución: Arturo Bandini ante la máquina de escribir durante dos días seguidos, resuelto a ser algo grande; pero no sirvió de nada, el asedio más largo de su vida y con la más firme de las resoluciones, y ni una sola línea, sólo una palabra repetida a lo largo y ancho de la página, la misma palabra siempre: palmera, palmera, palmera, una guerra a muerte entre la palmera y yo, y ganó la palmera: ved cómo se mece en el aire azul, cómo cruje con dulzura en el aire azul. La palmera venció después de dos días de combate y yo salí por la ventana y me senté al pie del árbol. Pasó el tiempo, unos minutos, y me quedé dormido con un reguero de hormigas pardas¨ (fragmento de Pregúntale al polvo).

Como en una suerte de matrioshkas Rory Jansen, escritor desinspirado, (interpretado por Bradley Cooper), lee ¨Pregúntale al polvo¨ sentado en un banco de una plaza. Jeremy Irons, el anciano escritor dueño de las palabras plagiadas en el libro de Jansen, le pregunta que está leyendo y se siente sorprendido de que conozca a su autor: John Fante, escritor injustamente desconocido. La mayor parte de las obras de Fante se centran en las desventuras de personajes perdedores en medio de una sociedad cruel. Sus protagonistas casi siempre tienen mucho que ver con el autor:
Confluyen así en ¨El ladrón de palabras¨ (EE.UU 2012) las historias de escritores desinspirados y escritores desconocidos a quienes como dice el anciano... ¨les ha pasado la vida¨.





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