En 1972, al grabarse la canciuón de Vinicius de Moraes,
compuesta en 1959, “Eu sei que vou te amar”, se agrega el texto del “Soneto de
Fidelidad”. La unión de las dos letras revela cierta homogeneidad
significativa, aunque los dos textos tengan aspectos formales diferentes, pues
hacen profesión de fe en el amor.
El poeta fue uno de los más significativos letristas de la
MPB (Música Popular Brasilera). Aún antes de publicar poesía, hacía en 1928
letras de música popular, como “Loura ou Morena” y “Canção da Noite”.
Cuando se yuxtaponen las letras de “Eu sei que vou te amar”
y del “Soneto de Fidelidad”, se nota el sentido de que el “yo-lírico” quiere
amar el amor, haya lo que haya en la trayectoria existencial. Los equívocos del
sentir, la imposibilidad de alcanzar la plenitud llevan a la convergencia del
significado: la declaración de ser fiel al amor.
El compromiso es con el amor en sí mismo, por sobre las
personas que puedan despertar ese sentimiento, como se puede observar en el
primer verso de “Soneto de Fidelidad” (De todo, a mi amor, seré atento antes).
Las interpretaciones de letra y poesía son diversas, y
tienen que ver con lo que cada lector entregue a la lectura. Respecto a esto,
Umberto Eco afirma:
“Una obra de arte, forma acabada y cerrada en su perfección
de organismo perfectamente calibrado, es también abierta, esto es, pasible de
mil interpretaciones diferentes, sin que eso redunde en alteración de su
irreproducible singularidad. Cada disfrute es así, una interpretación y una
ejecución, pues en cada fruición la obra revive dentro de una perspectiva
original”
Sé que voy a amarte
Yo sé que voy a amarte
Por toda mi vida, voy a amarte
En cada despedida voy a amarte
Desesperadamente, yo sé que voy a amarte
Y cada verso mío será
Para decirte que sé que voy a amarte
Por toda mi vida
Yo sé que voy a llorar
A cada ausencia tuya voy a llorar
Pero cada regreso tuyo apagará
Lo que esa ausencia tuya me causó
Yo sé que voy a sufrir
La eterna desventura de vivir
A la espera de vivir al lado tuyo
Por toda mi vida.
Soneto de la Fidelidad
Seré atento antes que todo a mi amor
Y con tal celo, y siempre, y tanto
Que aún frente a mayor encanto
De él se encante más mi pensamiento.
Quiero vivirlo en cada momento libre
y en su honor he de esparcir mi canto
y reír mi risa, y derramar mi llanto
a su pesar, o a su alegría.
Y así cuando más tarde me busque
Quien sabe la muerte,
La angustia de quien vive, la soledad
El fin de quien ama,
Yo pueda decirme del amor (que tuve)
Que no sea inmortal ya que es llama
Pero que sea infinito mientras dure
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